La presencia de diabetes
mellitus en la población anciana es un problema de salud frecuente en la
atención primaria. Esta entidad se presenta habitualmente en estos pacientes,
oligosintomática o de manera atípica, y los objetivos terapéuticos dependen de
la situación funcional del enfermo. En relación con el tratamiento no
farmacológico, la educación, la dieta y el ejercicio físico constituyen los
pilares básicos; y respecto a la terapéutica farmacológica, se deben evitar las
sulfonilureas de acción prolongada y de gran potencia.
Las biguanidas pueden ser
usadas para mejorar la sensibilidad a la insulina, y los inhibidores de la alfa
glucosidasa son los medicamentos de elección cuando predomina la hiperglucemia
posprandial. Las tiazolidinedionas deben ser usadas con precaución en pacientes
con riesgo cardiovascular, y el uso de insulina está indicado en circunstancias
especiales. Siempre se debe tener presente el tratamiento de la comorbilidad,
para así tratar integralmente al anciano con diabetes mellitus.
La edad avanzada predispone a padecer debido diabetes
mellitus a varios factores:
• Disminución de la actividad física.
• Aumento del tejido adiposo.
• Disminución de la secreción de insulina.
• Aumento de la resistencia a la insulina.
• Ingesta, por enfermedades coexistentes, de fármacos, tales como: diuréticos, esteroides, fenitoína, niacina, efedrina, entre otros, que son hiperglucemiantes.
• Aumento del tejido adiposo.
• Disminución de la secreción de insulina.
• Aumento de la resistencia a la insulina.
• Ingesta, por enfermedades coexistentes, de fármacos, tales como: diuréticos, esteroides, fenitoína, niacina, efedrina, entre otros, que son hiperglucemiantes.
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